Trabajar sobre los obstáculos que impiden preguntar es como mantener funcionando una de las herramientas más importantes y útiles de cualquier profesión.
Preguntar no asegura el conocer, pero abre posibilidades a hacerlo, facilita el encuentro con el pensamiento o el saber de los demás y alienta el intercambio de significados.
Para hacerlo, hace falta reconocer que no se sabe, y hacerse cargo protagónicamente de resolver esa situación.
También, soltar los juicios, pareceres o comentarios reales o imaginados de los otros, y hacer sin importar lo que digan o se piense que dirán.
No esperar a tener la pregunta perfecta, sino enfocarse en la oportunidad y ubicación. Hacerla cuando va a ser escuchada, en relación a lo que se quiere saber y a la persona que puede responderla.
Considerar que preguntar ya es, en sí misma, una acción inteligente.
Disfrutar la posibilidad de preguntar.
Y elegir hacerlo, a perder la oportunidad.
¡Hasta la próxima!
Andrea
A partir de una frase 