Considerar lo imposible como algo a solucionar, como propone Joan Roca i Fontané, cocinero, autor y chef de ‘El Celler de Can Roca’–@CanRocaCeller-, es comprometerse con trabajarlo antes de sentirse a merced.
Invita a una actitud de protagonista, a conectarse con la posibilidad y a hacer lo que si se puede.
A darle una vuelta con imaginación para encontrarle manijitas de donde agarrar sus posibilidades.
A mirarlo desde distintas perspectivas de manera de descubrir las puertas ocultas y buscar pistas para encontrar un camino que hasta el momento no habíamos visto.
Promueve el uso de los recursos disponibles como herramientas.
Abre un espacio a pedir ayuda y establecer compromisos para juegos mas grandes e inclusivos.
Claro que lo que consideramos imposible nos mueve e incomoda, nos conecta con la pérdida de control, pero se puede probar a considerarlo enigma, adivinanza o trabalenguas antes que imposibilidad cierta.
Problematizarlo, romperlo en pedacitos, desaprender lo aprendido, ablandarlo con conversaciones o pintarlo de otro color, para empezar a encontrarle , tal como dice Joan Roca, alguna solución.
Porque si nos quedamos quietos, bajamos los brazos, o abandonamos, estaremos mas que aceptando su imposibilidad, dándole forma, entidad y permanencia.
¡Hasta la próxima!
Andrea
La fotografía es de John Moes Esbauan para Unsplash