Recordar que los procesos requieren atenerse a su planificación y tiempo para desenvolverse , como expresa esta frase compartida por la Revista Literaria La Noche de las Letras y por Sonia Pérez en Instagram, es un llamado a dar y darse tiempo, trabajar la oportunidad y disfrutar el momento presente.
Asi como para florecer hay que vivir las estaciones, cambiar, crecer, evolucionar, hacer, requieren validar el tiempo del que disponer, proyectar el propio involucramiento, estar dispuesto a poner el cuerpo y sostener la intencionalidad a lo largo del desarrollo.
Los procesos vitales nos marcan esto ineludiblemente.
Sin embargo a la hora de conseguir resultados, construir relaciones, modificar hábitos, olvidamos que no importa la lentitud mientras se está en movimiento, que los apuros pueden complicar y hasta obturar transformaciones y que el esfuerzo desmedido no asegura logros.
Forzamos, obviamos, negamos, empujamos, en intentos espasmódicos de obtener antes, más y mejor, renunciando a la paz y el disfrute.
Florecer requiere una secuencia ordenada y precisa de eventos biológicos.
¿Qué tal si copiamos a la naturaleza en esta buena práctica?
¡Hasta la próxima!
Andrea